viernes, 7 de febrero de 2014

LO QUE PIENSO DEL DÍA SIN CARRO

El día sin carro suena a excusa para llegar tarde, para no ir a trabajar, incluso para terminarle a alguien.

  • ¿Dónde estabas?
  • Esperando bus, casi no pasa.
  • ¡Ya no me aguanto más esta mierda! ¡Terminamos!


Se supone que el día sin carro promueve el uso de la bicicleta, pero lo que verdaderamente promueve es la pereza. Uno escucha DÍA SIN CARRO, y mira en el almanaque a ver si es un festivo, luego se fija descaradamente el reloj del celular mientras planea la mentira que va a decir en caso de que lo llamen:

  • ¿Por qué no ha llegado?
  • Eso está imposible por el día sin carro.
  • ¡Pero si usted vive a 3 cuadras!
  • Los ríos de gente. Eso no se puede ni caminar.

Es paradójico que en el día sin carro no todos deban guardarlo. Por ejemplo, si usted es presidente puede sacar su vehículo, repito, solo si es presidente. 
Si lo detiene la policía por haberlo sacado, no sirve de excusa decir que es un presidente de otro país. Sin embargo inténtelo:

Policía: ¿Señor, sabía usted que hoy es el día sin carro?
Sujeto: No entender, ser otro país. Mi ser Namibia, Africa.
Policia: No se haga el marica que su placa dice VTE 678 de Sogamoso
Sujeto: Ser error, mi carro ser diplomático. Mi ser presidente de Namibia.
Policía: ¡Papeles!
Sujeto: En Namibia nosotros dar dinero a policías por no detener vehículo.
Policía: Yo también ser de Namibia. 

También se puede sacar el vehículo si este está destinado a la prestación de servicio de escolta. Aunque seamos lógicos, a quién se le va ocurrir hacer un atentado el día sin carro. La única manera sería cercar el anillo de seguridad del presidente con unas 10 bicicletas  y decir, no se muevan, los tenemos rodeados...de bicicletas, pero de igual manera los tenemos rodeados.

Con el día sin carro no se salvaron ni los estudiantes. Me imagino muchas mamás diciendo:

  • ¡Qué dijo!..¿que no iba a haber clase? Pues si hay. En las noticias dijeron que había clase normal. ¡Que hubo a ver, a bañarse ese rabo!

El transporte escolar también tenía permiso para salir, así que si hicieron examen y usted no fue a clase, sepa que ya va perdiendo esa materia.

Bogotá debería aplicar esa misma pedagogía para evitar que gente tan maluca salga a la calle, por ejemplo: día sin ñeros, día sin feos, (seríamos pocos los que podríamos salir) día sin pudor, día sin brassier, día sin chucha, que sea un delito andar con chucha por la calle:

Policía: Señor, acaban de hacer una llamada reportando que usted tiene una chucha la "hijuemadre"¿Cómo se declara?
Sujeto: Inocente
Policía: ¿Inocente? pero juemadre, si hasta acá nos llega el olor. Pa’l camión. Queda inmovilizado. 

Además esas personas que andan en bicicleta se creen más saludables que uno. Quién les dijo que es chévere llegar agitado al trabajo y con el culo sudado creyendo que están salvando al planeta, cuando en realidad lo único que están haciendo es matar a sus compañeros de la oficina con la “chucha” que
produce manejar desde la casa hasta la oficina. 

Seamos honestos, yo no cambio un asiento cómodo de un carro, o el medianamente cómodo de un bus por el sillín de una bicicleta, y menos si es una bicicleta de carreras, de esas que tienen el sillín tan delgado que se va metiendo haciéndonos perder la dignidad que nos queda, en cada pedalazo. 

Nota: Me ofenden esos que manejan bicicleta sin usar la manos, esos que las dejan en el regazo y solo se interesan en pedalear. Me dan ganas de empujarlos.

viernes, 24 de enero de 2014

¿CÓMO SACAR LAS MANCHAS AMARILLAS DE LA ROPA BLANCA?

Alguien me escribió esto al celular:
“Tengo un bóxer blanco con manchas cafés, de tan solo mes y medio. Si alguien quiere adoptarlo por favor escribir y/o pedir fotos, de lo contrario lo voy a botar a la calle”.

Pensé: un bóxer de mes y medio, blanco con café, lo van a botar a la calle. Qué triste eso. Yo lo adopto.

Me decidí a pedir información.
  • Quiero fotos. 

Y me salieron con esto: 


Lo peor es, que si es es un bóxer blanco con manchas cafés, pero no me lo imagino con 
un nombre, ni con un collar, ni mucho menos sacándolo a pasear por la calle, ni llevándolo al veterinario a que le pongan vacunas. O de vez en cuando dejarlo dormir en mi cama, al ladito de la cabecera. 

En verdad quería un perro, no para mi, sino para conseguir mujeres, ¿Ustedes nunca levantaron mujeres saliendo con perro cachorro en los brazos? Es muy simple:
Se consiguen un perro prestado, preferiblemente que se vea tierno (no pinscher, no chihuahua) Lo mejor es sacarlo cuando tenga sueño, previo déle de comer, póngale una cama cerca y cuando se eche, no lo deje dormir y sáquelo.

Las mujeres se enternecen viendo un infeliz perro dormilón caminando, así que usted sale con el perro, busca una chica bonita y deja ir el perro hacía donde está ella. Es probable que las primeras veces el perro no sepa hacía donde ir o se devuelva hacia donde está usted.  Lo mejor es tener paciencia porque también puede suceder que no vaya hacia donde la chica, sino que termine yendo hacia donde un chico. Esa es una situación incómoda, pero tranquilo,no se desanime, aprovéchela y permita que esas primeras veces sean de entrenamiento, háblele al chico, coquetéele, sean sensual, eso le servirá cuando el perrito decida enfilarse hacía una mujer. Ya superada la primera etapa, salga de nuevo a la calle, identifique su pretendiente y deje ir el animal. Si todo sale según lo planeado, la chica entrará en un estado denominado, “shock cuan plus canino o “maricada por el animal”. Usted lo notará porque se agachan y le preguntan disparates al perro: ¿Quién es un perrito hermoso? ¿Dónde está tu dueño? ¿Quién es un perro cochino que me aca...ba de cagar?
En ese punto usted debe estar a unos 10 metros aproximadamente del animal, vigilando las actitudes de la chica, deje pasar un minuto para  acercarse y diga con sorpresa:
  • ¡Oh! pequeño demonio, aquí estabas, si a ti algo te pasa yo me muero.
Lo de pequeño demonio puede que no funcione, así que tenga frases extras como:
  • ¡Ay! gracias al cielo estás bien. 
Si esa no le funciona, diga:
  • Copito, menos mal estás en las manos de una niña muy hermosa. 
(Copito, nombre ficticio del perro de esta historia. Si no le gusta ese nombre puede usar, cancerbero, hijo de belcebu. Si es un perro cojo, póngale, Falcao) Lo normal es que la mujer se ría y le diga: 
  • Mira, aquí está tu Falcao. 
Aproveche y dígale:
  • Gracias. Mira, él necesita una mamá, ¿no quisieras ser tú? 
Ella responderá: 
- Eres muy lindo, seguro que si. 

Eso en el caso A, ahora veamos el caso B

  • Falcaoooo, menos mal estás en las manos de una mujer muy hermosa. Si algo te pasa yo me muero.
Lo normal es que la chica diga
  • Vea irresponsable, a su perro casi lo coge un carro, desconsiderado, hasta me cago y todo, yo creo que tiene moquillo. 
  • Lo siento, te agradezco y mira, él necesita una mamá, ¿no quisieras ser tú?
  • ¿Me vio cara de perra o qué? Madure.
En ese caso no está todo perdido, salga con algo ágil y gracioso, quizás le pueda funcionar:

  • No, pero podemos hacer una linda familia, guau, guau.
En fin, si ya todo está perdido nos queda simplemente recibir el perro de sus brazos. Atención: Por lo general cuando una mujer consiente un perro, lo hace aprisionando el animal contra su pecho. (Como si el perro lo fuera disfrutar, jah!)
Lo que debe hacer es lo siguiente, finja falta de motricidad e intente prolongar sus manos lo más que pueda hacía ella, así la chica retirará unos pocos centímetros de su pecho al perro, que es el espacio suficiente para que usted haga el amague de recibirlo no sin antes agarrarle las “piruchas”. (Piruchas es un nombre folclórico que se le da a las tetas, también puede ser el nombre para una perrita).

En conclusión, lo mejor para las manchas amarillas en la ropa es limpiarse bien la cola para que dejen de hacer ese chiste pendejo y así no jueguen con los sentimientos de las personas.
¡Quiero un bóxer! ojalá blanco.

jueves, 16 de enero de 2014

DEPENDE DE COMO SE MIRE.

Nadie se salva, ni el que se encuentra el billete, ni el que mira como el otro se lo encuentra. Encontrarse dinero mientras uno va acompañado es un buen medidor de las peores características humanas.

  1. La envidia.

La historia de Eloy.

Soy un tipo feliz, quiero a mi familia y a mi esposa. Un día salí a caminar con mi gran amigo Jhon, era la primera vez que él venía a mi casa. (vivo hace 4 años en ella) Lo invite a cenar, era el aniversario con mi esposa. Salí a la parada del autobus a esperarlo, veníamos platicando cuando a lo lejos vi un papel enrollado, se lo mencioné a Jhon quién sin reparo alguno corrió a ver qué era, y con una cara estúpida sonrió diciéndome que era un billete de $50.000. En ese momento maldije la existencia de Jhon, ya no quería que estuviera en mi casa. Lo mire como un culo y sentí envidia de su suerte. Quería que me dijera algo para golpearle la cara y matarlo. Ya no somos amigos. Le dije que se metería su billete por donde le cupiera. Maldito Jhon!

  1. La rabia.

La historia de Maritza.

Ella trabaja como mesera en un asadero de pollos, es una chica amable y mantiene buenas relaciones con los clientes y con sus compañeros de trabajo. Desde que llegó del campo le ha tocado duro, pero ha salido adelante. 
Un día, mientras despresaba uno de los pollos vio como a un cliente se le cayó un fajo de billetes, dejo entonces  el pollo a medio despresar y se lanzó a agarrar el botín, con tan mala suerte que uno de sus compañeros se dio cuenta de toda la escena. El compañero de Maritza le hizo énfasis en que el botín era de los dos, a lo que ella respondió:
  • Usted es que es güevon o qué? A verle la cara de marica a otra, la de buenas fui yo.
Situación suficiente para despertar la rabia de su compañero: 
  • Quietaaa, doña suertuda, cómo le decimos, “la sabila con patas” o qué. “Doña todo me sale bien” “Doña buena vida”.
Maritza hizo hincapié en que solo habían sido 3 billetes de mil, su compañero no entendió.
  • Clarooo, si ve como la cambio el dinero. Maritza, me duele que usted sea así. Yo recuerdo cuando usted llegó del campo sin nada y yo le brinde mi amistad. La plata la corrompió. 
Maritza se casó con su compañero de trabajo, tuvieron cuatro niños y aún pelean por los billetes que se le caen a los clientes.

  1. La tristeza o desdicha.

La historia de Wilfrido.

Wilfrido es la persona más exitosa que conozco, todo lo que toca lo vuelve oro. Es un astuto para los negocios y sabe administrar el dinero, es un hombre que saber el valor de las cosas y disfruta del fruto de sus empresas. Es una persona que siempre te imprime de positivismo. En una ocasión íbamos en un bus, me di cuenta que en el suelo había un billete, lo aprisione con el pie, me deslicé y lo tomé mientras veía la cara de  Wilfrido sorprendida. Durante el recorrido del bus, él empezó a hacer mala cara, y a refunfuñar entre los dientes, le pregunté que qué le pasaba, empezó a vociferar, y a grito limpio decía:
  • Ahhh, malditasea, por qué no me agache, ese billete era para mi. Me siento terrible, yo nunca me encuentro nada, esos mil pesos me hubieran cambiado la vida. 
Me asusté, él estaba desesperado, incluso me agarró de la mano muy fuerte y me dijo que ese billete era de los dos y tenía que gastarlo conmigo porque él lo había visto primero. Le dije:
  • Usted es que es güevon o qué, el billete es de quien lo recoge, no del que lo veía. 

Hoy en día, si veo a Wilfrido, prefiero cruzarme de acera porque o sino le doy en la jeta. 

viernes, 10 de enero de 2014

ENTREVISTA A MI, O SEA, A YO.


Yo (el comediante Sergio Leguizamón) me he concedido a mi mismo una entrevista.

Me levanto y me alisto para recibirme. Veo una sala llena de libros y de cosas sin valor, justo lo que uno esperaría de alguien como yo. Me espero, me cepillo la boca y me peino un poco para recibirme a mi mismo. No me pongo zapatos, recibo la entrevista en chancletas y con piyama. (Una camiseta vieja y una bermuda que casi no uso)
Me pongo unas condiciones para responder a las preguntas, no quiero que se corte la entrevista y que todo lo que digo salga tal cual como lo dije. Me acepto las peticiones y con respeto hacía mi mismo comienzo con la charla.

Sergio Leguizamón entrevistador 1: Sergio, buenos días. Gracias por recibirme en su casa.

Sergio Leguizamón entrevistado 2: Tan bobo, usted vive aquí hace 21 años. (risas)

SL E1: Voy a hacerle la pregunta más tonta de todas, - ¿A usted fue al que le dieron en la jeta en Carulla? 

SL E2: Sí, fue a mi, si no fuera a mi, pues no me estaría entrevistando. ¿No cree?

SL E1: Pues si, no. 

SL E1: Sabemos que el vídeo lo han visto más de 400 mil personas, ¿qué le dicen por la calle?

SL E2: La gente es muy ambigua, algunos me dicen, hermano, déjeme decirle que usted es muy paciente. No darle en la jeta a ese man, muy noble usted. Y otros me dicen, pues bien hecho, eso le pasa por cerdo y por gamín, si yo hubiera sido el vigilante, le doy más duro en esa jeta y lo pongo a limpiar con esas mechas de trapero que tiene. Maldito infeliz, poco hombre, mal polvo, tacaño, mediocre.

SL E1: ¿Enserio le dicen todo eso?

SL E2: (risas)...bueno, lo de infeliz, poco hombre, tacaño y mediocre, no. Lo de mal polvo si. La gente es rara, no sé cómo pueden suponer eso (risas)

SL E1: Usted llevaba una sombrilla, ¿por qué no la uso?

SL E2: Es que no me acordaba que la llevaba, yo si sentía algo que me incomodaba, pero no sabía qué era; la gente me escribe diciendo que si ellos hubieran tenido la sombrilla, pues se la meten cerrada y se la sacan abierta. Espero que no toque explicar por donde.

SL E1: ¿Por qué no le respondió el golpe? 

SL E2: (suspira)...La verdad, me da pánico pelear, soy como esos perros callejeros, ladran y ladran y ladra, pero NO pegan. Yo gano es de grande.

SL E1: ¿La chica que iba con usted era su novia? 

SL E2: No señor, con decirle que hasta me cobró la sombrilla. Menos mal no hice eso de meterla y sacarla. 

SL E1: ¿De verdad ella estaba enferma? 

SL E2: Pues hasta donde tengo entendido, sí. A menos que me haya engañado y se haya confabulado con el vigilante para pegarme. De esa última teoría aún tengo mis dudas.

SL E1:¿Qué sintió cuándo le pegaron? 

SL E2: (risas) No me acuerdo, fue tan rápido. Creo que sentí como un puño, o un cabezazo o algo, o mejor dicho algo duro, como un...puño. Si, eso fue, se sintió como un puño en la cara. ¿Alguna vez le han dado un puño en la cara?

SL E1: eh, sí. (RISAS)
SL E2: (RISAS)

SL E1: ¿Por qué no limpio el vomito? 

SL E2: ¿Cuál vomito? 

SL E1: El de su amiga. 

SL E2: A ver, es que acaso yo soy la empleada de mi amiga o qué. Respete, por qué no lo limpio usted. Sapo!

SL E1: ¿Ese hecho le cambio la vida? 

SL E2: Claro, ya no soy Checho, ahora soy: el señor caído de carulla, el terror de los vigilantes, al que le dieron en la jeta, mano de mantequilla, culi flojo, muerdealmohadas, entre otros. Entonces si me la cambio.

SL E1: ¿Qué piensa hacer de ahora en adelante? 

SL E2: Estoy indeciso, no sé si aprender a pelear o aprender a bailar. Pues si hubiera sabido bailar me quedo en el bar y no me dan en la jeta. Aunque si aprendo a pelear, no me hubiera dejado dar. Aunque mejor me meto a un curso de croche y cambio de amistades.

SL E1: ¿Tiene tarjeta puntos? 

SL E2:  No, solo puntos...pero en la boca (risas). Perdón, es que ese chiste tenía que hacerlo. 

SL E1: ¿Volverá a Carulla? .

SL E2: (silencio) ...ya veremos, ya veremos.

SL E1: Sergio, muchísimas gracias.

SL E2: No fue nada, aquí el amable fue usted.

SL E1: Ayyyy, cansón, usted si jode.


SL E2: (RISAS) Bueno, lo que tú digas.